XVIII Quebrantahuesos

La gran ruta cicloturista por excelencia, solo necesitamos dar un dato para ver la expectación que presenta este evento, se acabaron las 8.000 plazas a las 49 horas de abrirse la inscripción.

Para esta aventura disfruté de la compañía de Chema, juntos salimos el viernes de Gijón para hacernos las 6 horas en coche que nos separaban hasta Sabiñanigo. Llegamos con el tiempo justo para recoger los dorsales, cenamos tranquilamente en un restaurante italiano y dormimos como pudimos en el monovolumen.

A la mañana siguiente nos levantamos a las 6 para preparar bicicletas, ir a desayunar y pasar por los servicios, los nervios empiezan a sentirse al ver pasar a centenares de ciclistas por las calles de Sabiñanigo. Listos, con los botellines llenos de agua y cargados de barritas y geles energéticos esperamos entre la multitud a que se de la salida. Para no perdernos vestimos la equipación de la Peña Pelayo, haciendo patria.

Pistoletazo y comienza la QH2008 a las 7:30 horas. Hasta que pasamos por la línea de salida pasarían unos 15 minutos. La gente con mucha precaución para evitar caídas tontas. Damos un paseo por el pueblo y pronto cogeríamos la nacional en dirección a Jaca.

Vamos saltando de pelotón en pelotón, rodando entre los 35 y 40 km/h, mucha gente animando en Sabiñanigo y a nuestro paso por Jaca, aquí comienza la primera ascensión, el puerto de Somport, muy suave, subiendo en pelotón ni te das cuenta del desnivel. En el tramo final empieza a verse gente animando, un "Vamos Pelayos, nos vemos en la vuelta al concejo" nos infunde ánimos y nos dibuja una sonrisa en la cara. Paramos en el avituallamiento y nos encontramos a Vidalillo, un compañero de foroMTB. Seguimos a nuestro ritmo y sin darnos cuenta coronamos el puerto, arriba nos suministran periódicos para protegernos del viento durante la bajada. Que gustazo, nos sentimos como corredores profesionales en el Tour de Francia.

Las bajadas fueron muy peligrosas, bajamos rápidamente pero con mucha precaución. Hay mucha gente que no sabe bajar y traza las curvas como si fuesen en solitario, abriéndose antes de entrar y cruzándose en el interior de la curva. Además se encontraban en el suelo bombas, botes y otros objetos caídos a otros participantes. Muy peligroso, había que estar atento al 120%.

Empieza la subida a un puerto con renombre, el Marie Blanc, carretera estrecha y asfalto muy rugoso. Las ultimas rampas a medias del 10 y 11%, junto con los 34º de temperatura ambiental hacen que me vayan las pulsaciones a mil. Mucha gente caminando con la bici, apenas hay sitio para pasar, Chema se pone de pie y comienza su baile encima de la bici, yo no puedo mas, y a falta de 1,5km tengo que echar pie a tierra y caminar unos 500m para recuperar pulsaciones y tomar algo de aire. Corono el puerto y enlazo pocos minutos después con Chema que me estaba esperando en el avituallamiento. No me encuentro mal, pero esas rampas tan duras siempre se me atragantan. Al comenzar la bajada unos fotógrafos nos inmortalizan con sus cámaras.

Cogemos un buen pelotón en donde me encuentro con un amiguete de la Universidad, tiramos hasta el comienzo del juez de la QH, el puerto del Portalet. Un puerto no demasiado duro, con un desnivel medio del 4,5%, pero largo, muy largo, 29 km. Me encuentro bien, y cojo un ritmo tranquilo para subir, sin forzar, voy cómodo. Empezamos a pasar a gente, en un avituallamiento liquido encontramos a Nacho, un compañero de la peña. Seguimos subiendo y hacemos una parada mas larga en el siguiente avituallamiento. Hace muchísimo calor, hay muchos ciclistas parados en la cuneta buscando una sombra, estirando músculos o cogiendo agua de las numerosas cascadas existentes. El paisaje espectacular, esto son los pirineos, colosos nevados y laderas pobladas de vegetación.

Seguimos con la parte mas dura de ascensión, quedan 9 km, empieza a verse a multitud de personas y caravanas en los laterales de la carretera, banderas, gente refrescándote el cuello y la espalda con agua, algunos ofreciéndote algo de bebidas e incluso algún que otro empujón para ayudarte a subir unos cuantos metros. Impresionante. Disfruté mucho de esta parte, Chema quizás no lo disfruto tanto ya que iba mas cansado y los últimos kilómetros del puerto se le hicieron muy pesados. Tuvo que apretar los dientes y echarle, como se suele decir, un par.

Coronamos el Portalet entre la multitud de gente, ya estaba hecho lo mas difícil. Bajada preciosa hasta el pintoresco pueblo de Sallent del Gallego. Una postal idílica, yo ya estuve anteriormente en pirineos, pero para Chema era la primera vez, seguro que no olvidará estas imágenes. Abandonamos el pueblo por una estrecha carretera que nos lleva a la ultima dificultad, la Hoz de Jaca, pequeño pero matón, 2 km al 9% para rematar la faena. Una ascensión diferente, mas parecida a las existentes en Asturias.

Conseguimos formar un nutrido pelotón de unas 20 personas para recorrer los 30km que nos separaban hasta la meta, medias de 35km/h. Chema metido dentro del grupo, yo aproveche para echar el resto de energías que me quedaban y colaboré en la cabeza dando algún relevo.

Llegamos a la línea de meta entre los aplausos de los asistentes, no hubo sprint, Chema y yo entramos felicitándonos mutuamente por haber conseguido acabar. Mismo tiempo para ambos, 8:47 nos llevamos una medalla de plata que a la vista del calor y dureza de la ruta nos complació como si hubiese sido de oro.

En la meta nos encontramos con un compañero de la peña que había ido a animar a los participantes, Carlos de Luis, fue el que nos dio ánimos subiendo Somport. Poco después entró Nacho y juntos recuperamos fuerzas delante de un plato de pasta y varias cervezas.

La nota negativa fue el enterarnos de la caída de un amigo, Marcelino, varios puntos y una fea lesión en la rodilla. Le deseamos una pronta recuperación. Hubo muchos accidentes, sobre todo en la bajadas, las ambulancias no paraban de pasar. Además el calor provocó muchos desmayos, una prueba ya de por si dura que unido al calor le otorgo a la edición de este año un carácter épico.