Aventuras de verano 2007

A punto de acabar un verano lleno de aventuras, la verdad es que me faltan días de vacaciones para poder hacer todas las cosas que me apetecen. He tenido que hacer una selección y con pena he tenido que rechazar varias invitaciones de amigos.
En el tintero se quedaron una ruta con Javi Guardado por Nava, otra a Covadonga con Jose el profe, la rutaza-gastronómica de la Peña Pelayo por Benazolve, alguna ruta de senderismo que tenía que haber realizado con mi amigo de toda la vida Juanjo,...

Y durante el verano, entre ruta y ruta, las ansiadas vacaciones. Disfrutar de la compañía de mi familia, la pequeña Rebeca y su preciosa mamá. Como nos lo pasamos en la playa, la piscina, remando en barca, buscando flores y mariposas o dando de comer a los peces. Ver a mi hija, con los 18 meses que tiene, descubrir el mundo.
Estuvimos una semana en Viveiro, donde no es que hiciese un tiempo espectacular, pero suficiente para que un día me diese una insolación por salir a correr a las 4 de la tarde bajo ese resol que tanto daño hace. Después vuelta a casa para llegar a tiempo a hacer la XIII Vuelta al Concejo de Gijón. Uff, este año me costo lo suyo, andaba constipado y todavía bajo de fuerzas después de la insolación. Al día siguiente volvimos a empaquetar las cosas y nos fuimos una semanita a Isla (Cantabria). Mas playita y donde pude salir a correr tres días por el ecoparque de Trasmiera.

Vuelta al trabajo el mismo día en el que cumplí mis 34 primaveras. El siguiente fin de semana toco senderismo y por fin pude quedar con Juanjo. Hicimos una rapida pateada para subir al refugio de Vegarredonda y luego seguir hasta el Mirador de Ordiales, mientras charlabamos y nos poniamos al día de todo lo que habiamos hecho y sufrido desde la ultima vez que nos habiamos visto.

A la semana siguiente le toco el tema a los raids, junto con Nel nos fuimos a Segovia a participar en el raid Multiaventura Caja Segovia. Corto pero intenso, en menos de 5 horas acabamos todas las pruebas bajo un sol abrasador y temperaturas sobre los 35 grados. Uff el último sector de bicicleta me costo muchisimo, menos mal que ahí estaba mi compañero para darme ánimos y algún que otro empujón. Disfrute de mi primera tirolina, y también hice mis pinitos con el arco. Acabamos la prueba en sexta posición de un total de 23 equipos. Si llego a estar mejor de forma podíamos haber acabado un par de puestos mejor. Eso sí, en la clasificación de la web se colaron y aparecemos terceros, je je je, les robamos el puesto a otros amigos, Rober y Chelis.

Vuelta de Segovia para dejar a Nel en Benazolve, se quedaba para hacer la vuelta a las bodegas, yo tome dirección a Gijón. Fue prácticamente llegar, empaquetar cosas y con mi mujer e hija nos fuimos 2 semanas a Portugal.

Estuvimos dos semanas en Puente de Lima, al norte de Portugal (a 22 km de Viana do Castelo). Un alojamiento espectacular, un apartamento con su amplio jardín, piscina exterior, piscina climatizada, gimnasio, finca enorme con un circuito de footing de 2 km entre castaños y pinos, e incluso un lago con embarcaciones. Una maravilla. Si alguna vez vais en plan familiar os lo recomiendo, el alojamiento se llama Quinta do Casal. Hay 6 apartamentos contiguos y suelen ir parejas con niños, Rebeca disfruto muchísimo, jugando en el jardín y aprendiendo un montón de cosas, se ha lanzado a hablar y no hay quien la pare.

A Portugal me lleve la bici, mi vieja pero querida Specialized Naranja. Todos los días salía un par de horas, de 7:30 a 9:30 de la mañana para luego llegar a desayunar con la familia. En Puente de Lima tiene unas "ecovias" que van paralelas al río y son ideales para rodar tranquilamente protegido del calor y el sol. Pude conocer a unos portugueses con los que salí un día en bici, me comentaban que en verano la bici al lado del río, que la montaña la dejaban para cuando no hace tanto calor. Aun así uno de los últimos días me dí un tute y subí a un mirador (tras casi una hora y media de subida continua) desde donde se podía ver el pueblo y el curso del río hasta llegar al mar. Maravilloso.Las vacaciones se acabaron muy rápido, volvimos justo para celebrar el cumpleaños de mi hermano. Ese mismo día es la noche de los fuegos artificiales en Gijón. Hacía un montón de años que no los veía, pero este año aproveche una salida de la peña para rodar de noche por el monte areo y luego subir a la Campa de Torres a ver desde allí los fuegos. Este año fueron muy bonitos, sobre todo la traca final. Me sorprendió la gran cantidad de gente que había congregada, los últimos kilómetros de subida a la Campa estaban atestados de coches.

Al sábado siguiente quede con Emilio, Chema y Pedro. Desde Campomanes hicimos la subida al Gamoniteiro. Hasta la Cobertoria por pistas y después los últimos siete duros kilometros por carretera hasta la cima. Uff, duro, duro, pero tuvimos un buen día y la vista en la cima compenso el esfuerzo. Ese mismo día, mientras nos recuperábamos tomando unas claras en Campomanes, nos citamos para el miércoles y hacer la ruta de Nava por les praeres. Nos toco la cruz y pillamos un día nefasto, con viento y muchísima lluvia, empapados y con solo 22 km dimos fin a la ruta, eso si, fuimos a saco picándonos los unos con los otros y acabamos reventaos.

Ese mismo viernes empaquete la bici y tomé dirección a Viveiro para realizar una ruta con varios miembros de la Peña Pelayo. Frio, lluvia y mucho monte. Lo mejor de todo, como no, el pulpo y las charlas con los amiguetes.